Aún no sé cuáles serán los nombres de los protagonistas de la novela. No es algo que te pares a pensar una tarde, y lo puedas decidir.
Pero hoy, cuando volvía a casa, he parado en el Monumento a los Caídos de Hendaia.
Me detengo, observo, acaricio las letras en la piedra, y me abruma pensar en cada historia personal que hay detrás de ellas.
De repente mi errante mirada se detiene sobre una linea. Decidido. El nombre del protagonista masculino será el de uno de estos héroes. Un pequeño homenaje a su lucha y sacrificio.
Y he tomado otra decisión: Me quedan muchos kilómetros por recorrer en esta investigación de la novela, así que todos los apellidos de personajes serán extraídos de los monumentos a los héroes de la Gran Guerra que vaya encontrando.
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