Cuando pensé presentar a la inspectora Oteiza al inicio de la novela, decidí que su primera investigación estuviera basada en un hecho real. Y es que, entre los cientos y cientos links que habitan en mis carpetas de favoritos, tenía guardada la noticia de la desaparición, en diciembre del 2011, del Mosaico del Baco en el pueblo de Baños de Valdearado, Burgos. La noticia de estos robos suelen quedar en el olvido, y me apetecía recordar el gran daño infringido por su robo, que aún sigue sin ser resuelto.
El robo se produjo de madrugada y los ladrones se llevaron “a pico y pala” la escena central, que se corresponde con la vuelta de Baco de las Indias. Un duro golpe para el patrimonio artístico, ya que se trata de una pieza de incalculable valor. Dos turistas se percataron de los destrozos y telefonearon al responsable de la instalación, quién al entrar en la villa romana comprobó el terrible suceso: la escena central arrancada y dos figuras que representan al viento norte y al sur también arrancadas de cuajo.
Investigadores de la Policía Judicial y la Científica acudieron hasta el lugar para tomar huellas y descubrir rastros que pudieran llevarles hasta los responsables. El daño causado es irrevocable porque el modus operandi del hurto perjudicó mucho al conjunto artístico, al haberse roto muchas teselas que se remontan a miles de años de antigüedad.
El alcalde y los vecinos sospechan que los autores son los mismos que ya visitaron el lugar a principios de noviembre y destruyeron una pequeña parte de la misma composición.
La abertura que provocaron en la pared de maderos no era lo suficientemente amplia para sacar la escena entera, por lo que tuvieron que partirla a la mitad. Aun así, dividida, tampoco entró por el agujero. Para lograr extraerlas las golpearon y dejaron caer trozos de mosaico del tamaño de un puño que se quedaron en el interior de las instalaciones.
A tenor del estado en que quedaron los bordes de las escenas sustraídas, las herramientas que pudieron utilizar para despegar el mosaico tuvieron que ser un cortafríos y una maza. También emplearon una cizalla o una sierra eléctrica para cortar la malla metálica a la que está adherida la capa de mortero donde se apoyan las teselas.
En lugar de empezar a cortar justo en la línea que marca el límite entre la escena elegida y la cenefa, iniciaron la amputación en medio de ésta, con lo que decapitaron los bustos que representan a los dueños de la villa romana.
Este tipo de ‘trabajos’ se suelen realizar por encargo, según señaló el alcalde, quien recuerda que hay una réplica de la composición en el Museo Arqueológico de Madrid. Poco o ningún dinero dará a los autores, porque lo han destrozado entero.
Seguramente el receptor del mosaico sea un visitante, incluso asiduo, de los yacimientos, que se enamoró de la escena y «se le antojó para colocarla en su jardín o en un merendero».
La villa romana de Baños de Valdearados es visita obligada para todos los turistas que completan la ruta hasta Santo Domingo de Silos, Clunia o Caleruega. Por supuesto, era el mayor atractivo turístico de la localidad. «Nos quedamos sin algo que era nuestro; no sé el valor que tiene, incalculable, pero le han hecho un mal enorme al pueblo», indicaba el alcalde.
Fuente: Diario de Burgos.
Petición de colaboración ciudadana de la Asociación de Arqueólogos de Castilla y León:
http://arqueocyl.blogspot.com.es/2012/01/la-guardia-civil-pide-colaboracion.html
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